lunes, 26 de abril de 2010

HISTORIA.

CRISTIANISMO

La conversión en cristianismo del emperador Constantino y el traslado que hizo de la capital de Roma a la ciudad de Bizancio patrocinaron el cristianismo en oriente sirvieron de antecedentes a las contra dicciones entre las autoridades eclesiásticas y del emperador.

La primera fue considerada al emperador como representante de Dios en la tierra y tenía el poder de nombrar o retirar obispos y de fijar normas eclesiásticas. De esta manera el patriarca de la iglesia bizantina de oriente perdió autonomía y estuvo subordinado al emperador.

La segunda contradicción apareció en el siglo Xlll cuando el emperador león lll prohibió el culto a las imágenes e inicio el proceso de destrucción, situación que provoco rebeliones y la posición del patriarca de Constantinopla.

CISMA RELIGIOSO

Los principales temas de discusión entre Constantinopla (oriente) y Roma (occidente) fueron entre otros: si la misa se celebraba en griego o en latín, si la naturaleza de Cristo era divina o humana, o si el emperador podía participar en la designación de cargos espirituales.

Estas consideraciones dividieron las opiniones del patriarca de oriente y el papa de occidente quienes al no llegar a un acuerdo se excomulgaron recíprocamente, este hecho provoco una ruptura que hizo efectiva en el año 1.054 en el llamado cisma de oriente.

Desde este momento el cristianismo quedo dividido en dos iglesias; la católica romana que obedece al papa y la ortodoxa o griega bajo la dirección del patriarca de Constantinopla. Esta división permanece hasta nuestros días.



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